Cuando nos amamos y respetamos, irradiamos una energía de equilibrio y armonía que impacta a quienes nos rodean. Nuestro bienestar individual se convierte en un acto de amor colectivo, porque una persona en paz consigo misma contribuye al equilibrio del todo.
Amarme y respetarme ha sido el pilar de todo este proceso; eso es lo que he aprendido con lo vivido y lo que humildemente guío a otros a descubrir en su propio camino. Esa es la esencia de la sanación personal, emocional, física, espiritual....
Sanar es un acto de valentía, un viaje hacia adentro que transforma la manera en que vivimos y sentimos.
¿Estás dispuesto a soltar lo que te limita y dar paso a la paz que solo el amor propio puede traer?"
